Hoy en día, muchas mujeres deciden cuándo es el momento adecuado para ser madres. Ya sea por motivos profesionales, personales o de salud, la maternidad ya no sigue un único camino ni un solo reloj. La vitrificación de ovocitos ha surgido como una herramienta médica segura y eficaz para acompañarlas en esta elección, ofreciéndoles la posibilidad de preservar su fertilidad sin renunciar a sus planes presentes.
¿Qué es la vitrificación de ovocitos?
La vitrificación es un proceso de congelación ultrarrápida de óvulos, que evita la formación de cristales de hielo y protege su integridad celular. A diferencia de la congelación tradicional, esta técnica permite que los ovocitos conserven mejor su calidad, aumentando las probabilidades de éxito en tratamientos futuros de reproducción asistida.
Una vez vitrificados, los óvulos pueden almacenarse durante años sin que su calidad se deteriore. Cuando la mujer decide que es el momento de buscar un embarazo, estos óvulos pueden ser descongelados, fecundados en laboratorio y transferidos al útero.
¿Para quién está indicada?
La vitrificación de ovocitos puede ser una opción muy valiosa para:
Mujeres que desean posponer la maternidad por motivos personales o profesionales.
Mujeres que van a someterse a tratamientos médicos (como quimioterapia) que puedan afectar su reserva ovárica.
Mujeres con antecedentes de baja reserva ovárica o enfermedades hereditarias.
Pacientes que se someten a un tratamiento de fertilidad y desean congelar ovocitos adicionales.
¿Cuándo es recomendable vitrificar?
Aunque cada caso es único, la edad juega un papel fundamental en la calidad de los ovocitos. Cuanto antes se realice la vitrificación, mayores serán las posibilidades de éxito en el futuro. Lo ideal suele ser entre los 25 y los 35 años, aunque también puede realizarse después, siempre con una evaluación personalizada por parte del equipo médico.
¿Qué pasos implica el proceso?
Evaluación médica inicial: análisis hormonales y ecografía para estudiar la reserva ovárica.
Estimulación ovárica: se administran hormonas para estimular la producción de óvulos.
Punción folicular: se extraen los óvulos mediante una intervención sencilla y segura.
Vitrificación y almacenamiento: los ovocitos se congelan y conservan en bancos especializados.
Todo el proceso suele durar entre 10 y 14 días y se realiza de forma ambulatoria.
Una decisión informada y libre
Vitrificar óvulos no es una obligación ni una promesa de éxito garantizado, pero sí es una oportunidad: una forma de cuidar hoy la posibilidad de ser madre mañana. En Fertilitus, acompañamos a cada mujer con cercanía, información clara y un equipo médico que entiende la importancia de cada paso.
Porque la maternidad no tiene una única forma, ni un único momento. Y tú tienes derecho a decidir cómo y cuándo.
Si quieres saber más o tienes preguntas, puedes escribirnos. Estamos aquí para escucharte.
